La madrugada del pasado dia 23 de Enero, después de que diferentes personas entraran al edificio abandonado del antiguo Palacio del Cine en Via Laietana 53, después de que algunxs activistas lo ocuparan el pasado Miercoles. El objetivo era crear un espacio fijo para la Assemblea de Barcelona, donde poder reunirse, llevar a cabo las asambleas de diferentes colectivos y abrir una oficina de derechos sociales. Esta oficina pretendía cubrir las necesidades que un gran número de personas no ven cubiertos por la actuación del oficialismo.
Las autoridades del nuevo gobierno catalán, recién estrenadas en sus funciones decidieron darse ese día el bautizo de fuego y dar un mensaje claro a todos y todas, la derecha no tiene que esconderse para reprimir ni negociar para mantener la careta democrática. Todo lo contrario.
Una asamblea para informar sobre la huelga general, fue asaltada a golpe de radial y maza, como en los peores momentos de la dictadura fascista. Se vulneró abiertamente el derecho a reunión, a la huelga y también a la información.
En el interior del edificio ese día uno de nuestros compañeros cubría la noticia de la reapropiación del edificiopor parte de la Asamblea de Barcelona y, por sorpresa, también del desalojo violento de la policía autonómica.
Nuestro compañero siguiendo la decisión de la asamblea, procedió a no identificarse voluntariamente, cosa que le costó que lo tiraran al suelo y allí le dieran patadas y puñetazos por todo el torso y espalda. En el recibidor del cine una vez fuera de la platea, un agente de la policía le puso la rodilla en el estómago utilizando todo el peso del cuerpo. Mientras otro le pisaba el cuello y otro le inmovilizaba las piernas. Otro par de ellos le quitaron la mochila donde llevaba su acreditación de periodista y le amenazaron con romperle las gafas. Después empujaron contra una pared e intentaron minar su moral insultándolo y ridiculizándolo. Posteriormente y tras registrarlo con un brazo en la espalda a pesar de que no había opuesto ninguna oposición física activa. En ese intervalo y ante la insistencia del compañero que pedía la mochila los agentes le amenazaron con darle una paliza (literalmente) y deternerlo sin motivo.
Continuamente pidió a los agentes que se identificaran, ya que casi todos tenían un pasamontañas que impedía identificarlos y tampoco llevaban ningún número de identificación, petición que fue “rudamente” rechazada con un “cállate pallaso”y un “estate calladito o te caliento”.
Al ser identificado solo le fueron retornados la cámara y el móvil personal quedando todas sus demás pertenencias en paradero desconocido, algunas de ellas propiedad de CGT Catalunya sindicato del que es Secretario de Comunicación. Algunas de ésas pertenencias todavía no han aparecido, otras fueron llevadas por “alguien” a la comisaría de Ciutat Vella.
Este acto se suma a otros capítulos que el compañero tuvo que sortar, como pudo, el dia de la ocupación del hotel mandarín o la huelga general de 29-S entre otras ocasiones. En ambas ocasiones recibió amenazas y agresiones por parte de la Brigada Mobil por el simple hecho de informar des de el punto de vista de las y los trabajadores.
La acción se saldó con numerosos contusionados a pesar de la “tranquilidad” que algunos medios burgueses destacaban. Nuestro compañero sufrió una herida sangrante en la cabeza, una luxación en su mano izquierda y numerosas contusiones provocadas por patadas y puñetazos. Todo eso a pesar de que se identifico como periodista y miembro del comité de la próxima Huelga General. Brutalidad policial.
Consideramos este episodio como uno más de los que contra nuestra medio digital se están llevando a cabo y entendemos que se enmarca en una estrategia para desprestigiar y anular la divergencia política y comunicacional de los medios de información populares.
Anunciamos desde ya, que no vamos a abandonar las calles a pesar de la represión, y que continuaremos explicando la verdad y mostrando las vergüenzas de esta sociedad que no nos gusta, ni a nosotros y nosotras, ni a muchas otras personas.
Por otro lado denunciamos la naturaleza antidemodrática de la policía catalana que, una vez más, actua con brutalidad ante los movimientos antagonistas de base y da mano ancha a las mafias, estafadores millonarios, y delicuentes económicos.
Col·lectiu Kaosenlared
Las autoridades del nuevo gobierno catalán, recién estrenadas en sus funciones decidieron darse ese día el bautizo de fuego y dar un mensaje claro a todos y todas, la derecha no tiene que esconderse para reprimir ni negociar para mantener la careta democrática. Todo lo contrario.
Una asamblea para informar sobre la huelga general, fue asaltada a golpe de radial y maza, como en los peores momentos de la dictadura fascista. Se vulneró abiertamente el derecho a reunión, a la huelga y también a la información.
En el interior del edificio ese día uno de nuestros compañeros cubría la noticia de la reapropiación del edificiopor parte de la Asamblea de Barcelona y, por sorpresa, también del desalojo violento de la policía autonómica.
Nuestro compañero siguiendo la decisión de la asamblea, procedió a no identificarse voluntariamente, cosa que le costó que lo tiraran al suelo y allí le dieran patadas y puñetazos por todo el torso y espalda. En el recibidor del cine una vez fuera de la platea, un agente de la policía le puso la rodilla en el estómago utilizando todo el peso del cuerpo. Mientras otro le pisaba el cuello y otro le inmovilizaba las piernas. Otro par de ellos le quitaron la mochila donde llevaba su acreditación de periodista y le amenazaron con romperle las gafas. Después empujaron contra una pared e intentaron minar su moral insultándolo y ridiculizándolo. Posteriormente y tras registrarlo con un brazo en la espalda a pesar de que no había opuesto ninguna oposición física activa. En ese intervalo y ante la insistencia del compañero que pedía la mochila los agentes le amenazaron con darle una paliza (literalmente) y deternerlo sin motivo.
Continuamente pidió a los agentes que se identificaran, ya que casi todos tenían un pasamontañas que impedía identificarlos y tampoco llevaban ningún número de identificación, petición que fue “rudamente” rechazada con un “cállate pallaso”y un “estate calladito o te caliento”.
Al ser identificado solo le fueron retornados la cámara y el móvil personal quedando todas sus demás pertenencias en paradero desconocido, algunas de ellas propiedad de CGT Catalunya sindicato del que es Secretario de Comunicación. Algunas de ésas pertenencias todavía no han aparecido, otras fueron llevadas por “alguien” a la comisaría de Ciutat Vella.
Este acto se suma a otros capítulos que el compañero tuvo que sortar, como pudo, el dia de la ocupación del hotel mandarín o la huelga general de 29-S entre otras ocasiones. En ambas ocasiones recibió amenazas y agresiones por parte de la Brigada Mobil por el simple hecho de informar des de el punto de vista de las y los trabajadores.
La acción se saldó con numerosos contusionados a pesar de la “tranquilidad” que algunos medios burgueses destacaban. Nuestro compañero sufrió una herida sangrante en la cabeza, una luxación en su mano izquierda y numerosas contusiones provocadas por patadas y puñetazos. Todo eso a pesar de que se identifico como periodista y miembro del comité de la próxima Huelga General. Brutalidad policial.
Consideramos este episodio como uno más de los que contra nuestra medio digital se están llevando a cabo y entendemos que se enmarca en una estrategia para desprestigiar y anular la divergencia política y comunicacional de los medios de información populares.
Anunciamos desde ya, que no vamos a abandonar las calles a pesar de la represión, y que continuaremos explicando la verdad y mostrando las vergüenzas de esta sociedad que no nos gusta, ni a nosotros y nosotras, ni a muchas otras personas.
Por otro lado denunciamos la naturaleza antidemodrática de la policía catalana que, una vez más, actua con brutalidad ante los movimientos antagonistas de base y da mano ancha a las mafias, estafadores millonarios, y delicuentes económicos.
Col·lectiu Kaosenlared
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